Abrazo marciano
Abrazo marciano
Fue en el año 2042 cuando la primera tripulación espacial llegó a tierras marcianas. Sin embargo, las cosas no salieron según el plan. No hubo más remedio que abortar la misión y junto con ello el planeta. El Eagle 414 despegó para acoplarse a la estación espacial que orbitaba Marte.
En
medio de la sempiterna desolación fueron dejados atrás John McDonald, Físico
teórico y Catherine Brown, médico. Todo
estaba perdido, no había modo de ser rescatados. El elevado intelecto de ambos
los podría sacar de cualquier apuro en la Tierra, pero no en Marte; no en esas
condiciones. Con solo un traje espacial
a cuestas, y con un par de minutos de oxígeno, todo se reducía a la
resignación. En el hostil planeta, las cosas están por sobre cualquier
entrenamiento terrestre o estudios postdoctorales. Desde ahí, la tierra se veía
al igual que un pequeño polvillo azul flotando como un barco a la deriva. El cansancio estaba desgarrando todas sus
fuerzas; no había motivo en continuar una lucha sin sentido. Ambos se sentaron en
el gélido suelo marciano, para contemplar por última vez esa mota
insignificante; pero que en sí daba cabida a un sinfín de seres vivientes. ¿Cómo era posible que dentro de aquel átomo hubiese
millares de personas caminando, monumentos magnánimos y ambiciones tan grandes
como el universo mismo?
Como
deseando sentir por última vez la calidez que alguna vez la Tierra les brindó,
decidieron hacer el acto más humano que realizaron desde que fueron parte de la
NASA. Atrás quedó la razón; solo había lugar para el corazón. John McDonald y
Catherine Brown se despojaron de sus aparatosos trajes espaciales, y así, por
última vez, sentir el contacto humano. En medio de la asfixia y la algidez, dos
terrícolas yacieron abrazados, para aferrarse a lo único cálido que tenían por
delante, a lo único humano; eso que existe de sobra a unos 225 millones de
kilómetros.
Lukas W Fuentes
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